Te mostramos en una infografía las principales características del colaborador del futuro para que te conviertas en uno.

Personaliza tu espacio

Aunque trabajes en una oficina, es importante que te sientas a gusto en tu espacio de trabajo. Pon tu planta favorita, la foto de tu mascota, amigos o familia, tu propio mousepad o lo que refleje tu personalidad. La idea es que te sientas cómodo y trabajes rodeado de lo que te hace único.

Cambia tu estilo: actitud o hábitos

La actitud es la base del éxito, por eso debes tener la mejor para lograr lo que te propones. Deja de quejarte, preocuparte y la negatividad. ¡Eres lo que piensas!

Vístete para el trabajo que quieres tener

Si ya has trabajado en tu marca personal, sabrás que este es un aspecto importante. Vístete de acuerdo a la meta laboral que deseas alcanzar.

Aprovecha la tecnología a tu alcance

Sácale provecho a los gadgets que tengas; tu computadora, smartphone, iPad, TV Smart, todos tienen excelentes funciones que pueden ayudarte en tu vida laboral.

Optimiza los recursos que tienes a tu alrededor

No sólo objetos, también a tu red de contactos; comparte tus gustos o únete a grupos de intereses en común, nunca sabes de dónde puede salir una buena oportunidad de trabajo o proyecto.

Comparte lo que sabes; nunca dejes de aprender

Transmite tus experiencias; la gente te lo agradecerá y puede haber reciprocidad. Recuerda que la vida es de constante aprendizaje.

Busca retos que te hagan crecer laboralmente

Sé proactivo y propón ideas o proyectos en la oficina. Tu jefe notará tu interés, ganas de crecer y tú tendrás grandes retos que cumplir.

Actualízate en tu área

¿Llevas tiempo retrasando el inicio de una maestría el diplomado que quieres? Hazlo ahora. Tendrás más oportunidades laborales y no te quedarás estancado. ¡Ve por más!

Saca el líder que llevas dentro

Ser líder  no quiere decir que seas el jefe. Sé una fuente de inspiración y de apoyo. Conviértete en ese colaborador que sirve de referencia y ejemplo para los demás.

 

La reorientación profesional comienza con pequeños ajustes en las actividades, transiciones superficiales que al intentar inmiscuirse en una nueva ocupación aumentan y se convierten en un cambio radical en nuestra vida. En ciertos casos éste es el inicio de una nueva etapa.

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